Este año se Cumple XXVI aniversario de la Primera Estación de Penitencia de la Hermandad de Jesús Despojado la Salida de Efectuó desde El Colegio Barrio Fígares se montó un Tinglado que albergó al Paso que iba solo en Ebanistería solo los Brazos guardabrisas Tallados un no parar sábado de pasión teníamos los dos sayones que despojan al Señor y las Maravillas nos dejó un Romano que nos completo un poco El Misterio ya estaba todo el misterio a falta del Señor que tuvo un solemne traslado desde San Emilio al Colegio acompañado por muchos Hermanos con cera eran las 7.30 de la mañana del Domingo de Ramos 9 de Abril de 1995 media hora más Tarde se entronizó El Señor en El Pasó se terminó de poner la Flor Claveles Rojos.
Por aquellos años todos estaban estudiando y había pocos niños en la Hermandad pero salieron algunos vaya que salieron, iban unos cuantos en la cruz de guía y los acólitos turiferarios que iban con las Albas de San Emilio y con un roquete rojo que cada madre le hizo. Teníamos cruz de guía y faroles, bandera y asta con remate de Niño Jesús, libro de reglas y estandarte corporativo. El paso estrenó el llamador, el diputado mayor de gobierno: Fernando Egea y llegó la tarde y poco a poco nazarenos de blanco iban llegando al colegio Barrio Fígares y sé formaron 4 tramos, tres de cera y uno de cruces, a la hora justa entro la banda tocando al colegio y se formó un bullicio de gente en las verjas de entrada.
Llegó el Párroco de San Emilio D. Jesús Blanco Zuloaga y nos dirigió unas palabras una oración y silencio se abrieron las puertas y salió la cruz de guía, un aplauso del público y empezaron a salir parejas de nazarenos. Cuando el paso salió Sagradas Vestiduras yo que iba de diputado de tramo no pude evitar las lágrimas y los niños que véis eran mis niños. Dejar que los niños se acerquen a mí dijo Jesús. Y hoy en día llevamos una multitud de niños que nos acompañan y hacen la estación de penitencia. Ellos son El futuro de nuestra Hermandad. Algunos de aquellos niños hoy son padres y están deseando llevar a sus hijos en la estación de penitencia de su cofradía.
Autor: José María Expósito Marín.