LA BUSQUEDA
Decidi subirme en el tren, desde la ciudad donde me encontraba residiendo hasta Granada, ilusionado por ver los desfiles procesionales por primera vez de esta ciudad.
Bajandome del tren pensé: tendré que buscar algún tipo de información para poder moverme por la ciudad, desconocida para mi, y saber cómo orientarme en lo referente a horarios e itinerarios.
Subiendo la Avd.Andaluces, tuve la suerte de encontrar un quiosco de prensa y pregunté cómo informarme de los desfiles procesionales. El señor del quiosco me vendió una guía, la cual me informó era muy completa, «Guia de Jesús Despojado de sus vestiduras», la portada, la foto de su titular, flechazo, impacto, me cautivó su mirada.
Me dirigí al centro, siguiendo las indicaciones de la guia, vi algunos pasos y me volví a Loja por la noche, pero yo seguía pensando en aquella mirada. Decir que todo esto fue en la Semana Santa de 1988, pues dos días después volví para seguir viendo desfiles procesionales y quise buscar la H. de Jesús Despojado de sus vestiduras, por más que pregunté, nadie daba referencias de ella, no habían oído hablar de tal Hermandad.
En Septiembre de ese mismo año (1988),me vineva Granada a estudiar, tres años de carrera que ya no me supondrían problema para pasar aquí toda la Semana Santa, segui en mi empeño en buscar esa Hermandad, que nadie conocía, ni tampoco dónde estaba la iglesia de San Emilio, mis preguntas seguían sin respuesta 🤔.
Los veranos trabajaba en la costa, concretamente en Torre del Mar (Malaga).Justo por la calle donde estaba mi centro de trabajo, todos los años pasa la Virgen del Carmen (la Carmela, como cariñosamente se la conoce) cuándo sale en procesión en el mes de Julio.Pasando a mi altura, la miré y además de pedirle salud, trabajo, y darle gracias, le dije: ayúdame a encontrarlo.
Terminado el verano de 1992, volví a Granada para terminar con mis estudios, mis esperanzas de encontrarlo eran cada vez menores pero mi ilusión no decaia, incluso llegué a pensar en desistir, como así fue.
Me puse a buscar trabajo y de hecho lo encontré en la calle Alhamar, en una cafetería (tan cerca y tan lejos al mismo tiempo de ÉL).Seguí comprando la misma guía del Despojado, cada Semana Santa, solo por ver su foto.A los clientes de la cafetería pregunté por la Hermandad y ninguno la conocía, ni mi jefe que estaba metido en la H.de los Escolapios.
Una mañana ,estando en el trabajo,llegó un grupo de gente joven, los cuales tras presentarse, explicaron el motivo de su presencia. Empezaron hablar de una Hermandad nueva y buscaban captar hermanos. Yo me encontraba en la cocina y mi compañero me llamó y me dijo: Toni, ven ,lo mismo esto te interesa tu que eres muy de procesiones. Sali y una chica se dirigió a mí con un folio con el dibujo de un proyecto de misterio (hablaba por los codos, bajita, bajita, pelo por los hombros y acento nada andaluz 🤭🤭, después supe su nombre y puedo decir que sigue igual 😁😘), solo con ver la foto de ÉL, la interrumpí y le dije, apuntame, no tienes que explicar más, sólo saber dónde está el Despojado.
EL ENCUENTRO
A los pocos días, en cuanto me fue posible, me dirigí a la iglesia de San Emilio, entré y cuándo llegué a su altura lo miré y un escalofrío recorrió mi cuerpo, aquella mirada hacia arriba, esa fuerza en sus manos, la misma sensación que aún sigo sintiendo 27 años después.
A partir de ahí, me fui integrando en la Hermandad, recuerdo al hermano mayor (M. González),que fue quien me presentó a varios hermanos. Grato recuerdo de Jacinto que me tomó medidas para la tunica en la secretaría que estaba en la iglesia.
A partir de ahí, fue ilusión por salir la primera vez, con la incertidumbre cómo saldrá todo, la ciudad de Granada cómo nos recibirá, no íbamos con grandes lujos de bordados ni dorados, pero si con lo más grande que teníamos y tenemos el DESPOJADO, así lo llamo y seguiré llamando, y que me perdonen el resto de hermanos si puede ser causa de molestia.
Día de salida del colegio, nervios y más nervios, ilusión toda la del mundo.El silencio blanco va a salir a poner su titular en la calle, la gente en la calle expectante, nerviosa, yo más, sale el paso y al cruzar la puerta, toca la banda, no se puede mirar atrás, uhhhhh…Dios lo que se me agolpa en mi mente en un instante lloraba como un niño (lo mismo que sigo haciendo 27 años después).
Después de tanta lucha y búsqueda, solo ÉL decidirá cuando quiere que me marche de su vera ,ÉL y nadie más.
Cuidamela que está a tu lado y entre los dos me dais fuerzas para seguir adelante.
Autor: N.H.D. Antonio Pozo Padilla